Incio


¡¡Chocolate!!

El chocolate es uno de esos placeres terrenales que no falta en nuestra vida diaria: ya sea en tableta, líquido para beber a la taza, o en cualquier receta gastronómica en la que da ese toque dulzón que a todo el mundo gusta (o a casi todo).
Tiempo atrás se consideraba alimento de los dioses, como en su día lo fue la ambrosía para las divinidades griegas y romanas, llegando hasta el punto de ser objeto de culto para mayas y aztecas.

¡¡Origen del chocolate!!

El cacao proviene de la planta homónima conocida más explícita-mente como Theobroma cacao, la cual crecía de forma natural en selvas tropicales del Amazonas y Orinoco, con su posterior extensión a su cultivo en Centroamérica.
En tiempos remotos, durante la época maya, este preciado grano era moneda de cambio hasta que un día, de manera fortuita, una persona trituró el fruto mezclándolo con agua y descubrió sus propiedades alimenticias además de su intenso sabor.
cacao chocolate
En Europa no fue hasta en tiempos de Hernán Cortés cuando empezó a darse a conocer, pese a su reticencia inicial  – los mayas lo elaboraban a base de granos de cacao, especias y pimienta –, pues consideraban esta mezcla muy amarga y fuerte.
Con el paso del tiempo y gracias a los jesuitas esta tendencia cambió, y se optó por elaborar chocolate a base de ingredientes dulces y aromáticos como la miel, el azúcar de caña, el anís, la vainilla, la canela, la almendra…  siendo éstos elementos indispensables de la receta. A partir de esta ligera variación dicha bebida es aceptada por ser tonificante y energética por la nobleza española.

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